Como se mencionó en la entrada anterior, Internet causó muchas expectativas pero también muchos temores. El cine, desde siempre, ha sido un espejo donde la sociedad refleja sus esperanzas, sus sueños, sus ilusiones y, por su puesto, sus miedos.
En 1998 se estrenó la película "Dee Snider's Strangeland" que aquí en México se le conoció como "S@dico" (así, con arroba para verse muy actual, de onda y bien cibernético). La película trata sobre un maniático que secuestra y tortura jovencitas. Para conseguir sus futuras víctimas, el asesino (que se hace llamar Capitán Howdy) entra a los foros de Internet, empieza la plática con alguna muchacha, la convence para tener una cita a ciegas y ¡zas! es el momento en que la secuestra y a ver si la vuelven a encontrar.
Como se puede observar, ya se empezaba a temer que Internet fuera un medio para que depredadores de cualquier calaña pudiera tener fácil acceso a sus víctimas. La moraleja era, entonces, "ten cuidado, Internet puede ser malo".
Ya ves lo que te pasa por chatear con extraños...
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